Un dia el padre le dijo al hijo: "hijo, cada vez que te enojes durante el dia quiero que agarres un clavo y lo claves en la pared de tu cuarto. No importa cuantas veces te enojes al dia, cada vez que lo hagas clava un clavo en la pared."
Y asi lo hizo el chico. Cada vez que se enojaba el chico iba y clavaba un clavo en la pared de su cuarto. Casi llego el dia en que no cabian mas los clavos y se dio cuenta que ya no valia la pena enojarse.
Despues se acerco al padre y le dijo que ya no se enojaba como antes y que ya no clavaba clavos en la pared. El padre le dijo que vaya a su cuarto y que remueva todos los clavos de la pared. El chico lo hizo y regreso junto al padre. El padre le dijo al chico "hijo, te diste cuenta que cuando sacaste todos los clavos de la pared dejaste un hoyo marcado?" el hijo respondio que si, entonces el padre continuo diciendo que "cuando uno se enoja y hiere a sus seres queridos siempre quedan huellas en las personas por mas que uno se disculpe"
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